Lo vintage permite utilizar toda esa ropa antigua que está almacenada en los armarios de abuelas, madres o que se consigue en las casas de venta de ropa usada. Esta tendencia permite combinar los géneros, accesorios y modelos, en especial de los años más “hippies” y luego de los 80 con todo lo nuevo.
Vintage son los lentes grandes, los accesorios gigantes, las telas floreadas, los pantalones altos con pinzas, algunos vestidos tipo Jackie Kennedy, los botones cuadrados o redondos y esas hebillas sixty.
Sólo alcanza con tener algo de imaginación. Así se pueden desarmar estos vestidos del pasado y crear algo totalmente nuevo. O utilizar los botones para una camisa que a ti te guste. También está permitido combinar los accesorios con algún vestido de moda actual.
Los bolsos y zapatos cuentan. En especial si los primeros son gigantes y los segundos exóticos.
Esta moda, además, permite sumar un poco de apoyo al tan castigado medio ambiente. Como se trata de prendas ya realizadas, no hay nueva polución o contaminación por parte de las empresas que las confeccionan.
Oscar de la Renta, en su colección otoño-invierno incluye mucho de lo vintage. Incluso el escosés, olvidado hace algunos años, los estampados florales y algunos detalles con encaje. Hay celebridades que también saben emplear esta tendencia. Como las hermanas Mary Kate y Ashley Olsen.
Los orígenes de la moda vintage se dieron en la década de los 80 y en Europa. Allí se instalaron más que nada tiendas de ropa usada. Pronto llegaron a Estados Unidos y fueron un furor. En parte por lo económica que resultó esta tendencia.
¿Recuerdas la famosa tela de avión? También se usa. Claro, combinada con lo más moderno. Ahora, hay que tener cuidado con esta tendencia. No se trata de abusar de ella. Sólo combinar, esa es la premisa. Las ferias americanas y los mercados de pulgas te pueden convenir si eres amante de lo retro.
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