domingo, 5 de julio de 2009

Botox de papel





Cuenta la leyenda que allá por 1889, la norteamericana Alice Kroesen era el orgullo de su familia por ser, con apenas 18 años, una reconocida concertista de piano. Pero no todo era color de rosa para ella: a causa de tantas horas de estudio, (según su madre), Alice había desarrollado profundas líneas de expresión en el ceño y en la frente, que la hacían parecer mucho mayor, la acomplejaban y limitaban su vida social. Para ayudarla, mamá Margaret Kroesen creó para ella los Wrinkle Eradicators (luego Frownies), unos parches faciales que acabaron con sus arrugas. Al principio, pese al éxito alcanzado, y a los insistentes pedidos de sus conocidos, Margaret sólo los fabricaba para Alice y para ella, pero el señor Kroesen murió repentinamente, la dejó necesitada de dinero... y colorín colorado, los Frownies se convirtieron en el secreto mejor guardado de las celebrities de Hollywood y Broadway para desterrar cualquier arruga de sus caras. ¿Que si es cierto? Aquí,un resumen de la información que la misma empresa nos proporciona:

¿Qué son exactamente los Frownies?

Unos sencillos parches de un cartón blandito que se humedecen con agua termal o destilada para activar el pegamento vegetal que traen, se aplican en frente, ceño o comisuras de ojos y labios, y se dejan actuar durante toda la noche.

¿Cómo trabajan?

Los Frownies, mil años antes que el botox, enfocan su acción no en la piel sino en los músculos. Noche tras, noche, los parches entrenan al músculo para que mantenga una posición relajada que impide que la piel continúe arrugándose y a la vez, le permite regenerarse hasta que las odiosas líneas desaparecen. Se recomienda utilizarlos todas las noches durante 30 días, y luego reducir la frecuencia de aplicación a 3-4 veces por semana, para mantener los resultados obtenidos.

¿En qué casos se recomienda este tratamiento?

El momento exacto para empezar a usar Frownies, y volver a atrapar de los pelos la juventud que se nos escapa, es aquel en el que empezamos a notar que, aún sin tener líneas de expresión ya grabadas en la piel, las muy desgraciadas aparecen cuando hacemos algún gesto. Generalmente, esto ocurre entre los 25-27 años, pero hay casos en que ocurre mucho antes. Igualmente, nunca es tarde para usar Frownies, ya que aún en pieles muy maduras se puede apreciar una reducción notable en la profundidad de las arrugas.

Y AHORA, LA PREGUNTA DEL MILLON...

¡¿FUNCIONAN?!

Decidida a ser joven para siempre, probé Frownies en diciembre del año pasado. Los usé sólo en contorno de ojos durante dos meses, que fue lo que me duró la caja con el régimen de 30 días diariamente, 3 veces por semana luego. Y todo eso que suena a cuento de TV Compras...¡ES CIERTO!! Las dos líneas de expresión que tenía, una debajo de cada ojo, volaron y hasta el día de hoy no hay señales de ellas. Cuando sonrío, ya no me marco...¡Parece magia! Amo a Margaret Kroesen! En resumen, híperrecomendados estos parches a los que les tenía menos fe que a político en campaña: ya los encargué de nuevo y no veo la hora de tenerlos en mis manos. ¿Dónde conseguirlos? En España se comercializan desde hace ya un año. En Argentina, escribiendo a

beautyexpertsargentina@yahoo.com

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