Muchas de vosotras estaréis exclamando que basta ya de leggins, pero parece que las calles vuelven a inundarse de ellos junto a la llegada del buen tiempo: ¿habrá que quitarse definitivamente de la cabeza que son mallas para empezar a pensar en ellos como pantalones? Porque mira que lo hemos intentado veces. Ya sea en su versión mas fresca y deportiva en forma de ciclistas, en su rebautizada forma de jeggings o incorporando novedosos elementos como técnicas de red, la comodidad de los leggins se resiste a abandonarnos.
¿Te apuntas conmigo a dejar de odiarlos?
Al ver elotro dialo estupenda que se puede estar con un par de leggins, clase magistral que nos ofreció sin quererlo la eternamente joven Elle McPherson, empecé a replantearme mi recelo hasta esta prenda. Y volví a valorar eso de que es solamente apta para jovencitas. Quedan genial con manoletinas, no pueden ser más confortables (me niego a cumplir años o ganar kilos y renunciar a lo práctico) y sientan fenomenal independientemente de nuestra silueta combinados con algo largo que disimule estrecheces sin abultar.
Lo de las piernas o el contorno es lo de menos si compensamos por encima (que luego nos ponemos unos jeans elásticos estrechísimos sin preocuparnos lo más mínimo y la diferencia no es tanta).
Que no, que no: que no entienden de edades y sino mirad qué bien le sientan en plan menos informal a otra cuarentona en plena forma como Naomi Watts. Tal y como comprobábamos con Jessica Alba en portada, la que por cierto está a punto de entrar en la treintena, se acabó eso de asociar lo estrecho del pantalón con el gusto o los años.
¿Qué me decís sino de otra treinteañera en potenica como Sienna Miller? Aunque a la reestrenada novia de Jude Law le van más los jeggins (y sí, va siempre igual vestida y una pierde la noción del tiempo con ella).
Está claro que solo veinteañeras como Whitney Port se atreven con las versiones más aparatosas. Y de noche.
Aunque la misma Port, experta en estos menesteres gracias a unas delgadísimas e infinitas extremidades inferiores que le ha dado la naturaleza, es capaz de perpetrar también looks mucho menos extremados. Como véis hay opciones para todas. Y la que no se atreve, es porque no quiere.
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