En las pasarelas, en el cine, en la publicidad, la barba ocupa el primer puesto para el año 2013. La barba es tendencia!
“Cuando empece mi carrera de modelo, mi
agencia me ha aconsejado de aceitarme. Luego, cambié de oficio y dejé
crecer mi barba. Hace dos años, volví a ser maniquí. He conservado este
look y nunca fue tan pedido”, cuenta el top británico Johnny Harrington, 31 años. Su larga barba pelirroja estuvo destacada en varias revistas de moda (GQ, Elle, L’Optimium) y anuncios (The Kooples).
Johnny Harrington no es una excepción En los shows del Invierno 2013, vimos barbas desfilando para Diesel, Hermès, Maison Martin Margiela, Paul Smith,…
Incluso la portada del catalogo La Redoute para la Primavera – Verano
2013 presenta un hermoso barbudo. Les vemos también en las pantallas. Jake Gyllenhaal, Andrew Garfield, John Hamm, Ryan Gosling, Ben Affleck, Tom Hardy, Michael Fassbender
: en Hollywood, los actores bankables de la nueva generación no dudan
mostrar una pilosidad seventies que convierten en anticuado el look
limpio de George Clooney.
La barba hirsuta ya han superado las fronteras del triangulo de oro Brooklyn-Berlin-París, donde los hipsters
la han declarado “elemento fundador” de sus looks.
Ahora, está estudiado por los científicos. Estos dos últimos años,
universitarios del mundo entero se preguntan si las mujeres prefieren
los barbudos, si parecían más avanzados socialmente o más agresivos.
“Los barbudos parecen fiables y serios”, afirma el Journal of Marketing
Communications. Quizás aquí tenemos la respuesta de este movimiento de
moda. ”La imagen del barbudo es tranquilizador”, estima el modelo Johnny Harrington, que va incluso ver en sus pelos “la expresión de una honestad rustica que necesita nuestra sociedad”.
A partir de los años 1970,
varias figuras se impuso en Occidente. El intelectual libertario, el
comunista y el hippie hacen de la barba un estandarte contra el
establishment burgués. Los westerns espaguetis, contrariamente
al cine de los años 1950, poniendo en escena aventureros y bad boys con
las mejillas sistemáticamente velludas. Todos estos personajes tienen
un punto en común : llevan en ellos un soplo de revuelta. Llevar barba
es ser insumiso.
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