Durante todo el invierno han mandado los tonos borgoña y vino, con
unos ojos marcados del mismo tono que el labio. Para la primavera esta
tendencia se marcha dejando paso a unos tonos más vibrantes y jugosos.
En esta foto podéis ver unos ojos naturales, con el lagrimal marcado
por una sombra brillante iluminando así la mirada, enmarcada con unas
grandes pestañas postizas (esta es una tendencia que arrastramos de la
temporada pasada y que se resiste marcharse).
Aquí podéis ver los labios de los que os hablo, rojos dulces y tonos frambuesa junto a una piel casi impoluta.
Estos colores se pueden llevar en sombreado y realizando un ahumado,
siempre mucho más suave de lo que hemos visto en las pasarelas para
hacerlo más ponible.
Pero, si lo que queréis de verdad es ir en consonancia con la tendencia de la temporada, la manera idónea es marcando estos colores con eyeliner, tanto por fuera del ojo como por dentro de la línea de agua.
Podemos llevarlos solos o marcando nuestro ojo en negro con una línea
fina y realizando encima de ésta otra línea con el color que elijamos.
Recordad que podemos plasmar estas tendencias, sin olvidar un ápice nuestra personalidad y como nos sintamos en ese momento.
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